Jonás, ¿Una Historia de Niños? -Parte Dos-

Jonás Expulsado por el Gran Pez. Gustav Doré, 1883



Y la historia siguió, no terminó en dónde Jonás quería que terminará. Dios no había terminado con él.

Jonás estaba en el fondo de un barco que se dirige a Tarsis, muy lejos de Nínive, en lo más escondido, ¿a dónde más puede ir un prófugo de Dios, sino al fondo?

"Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave" (1:4)

Hoy nadie quiere enseñar esto en un púlpito. ¿Cuándo fu la última vez que oíste que las tempestades en tu vida simplemente están obedeciendo el mandato de la voz de Dios?  Hoy sólo se enseña a un Dios que tiene el poder para acallar las tempestades pero pareciera que nadie cree que tenga el poder para iniciarlas.

Me encanta como Tchividjian, habla de esto:

"Cuando huimos de Dios, su respuesta seguramente va a ser tormentosa y molesta, en vez de quieta y sutil"

En los siguientes versos, si seguimos leyendo, vemos que no solamente sufrió Jonás, los que iban con él sufrieron también. No podemos huir de Dios sin llevarnos entre las piernas a otros.

La tormenta golpeaba el barco con furia, los marineros estaban aterrados, y mientras Jonás estaba dormido en el fondo del barco. Aquí me quedo pensando en algo, no siempre que "duermas en paz" , no siempre que digas "sentir paz" significa que todo está bien.

En las palabras de Tchividjian, huir de Dios es huir de la realidad, es como vivir en un sueño letargoso. Y Dios, si quiere, va a traer las tormentas necesarias para despertarnos de esa irrealidad.

Dios no deja en el fondo a Jonás, lo saca de su escondite, lo exhibe ante el resto de los tripulantes. las suertes son echadas y cae sobre Jonás, el único hombre de Dios abordo del barco era el culpable de esta tormenta. "No, no puedes ser así", quizá pienses, "En dónde hay un creyente solamente hay bendición, ¿no nos lo han dicho mil veces?"

Lo raro es que no lanzan a Jonás inmediatamente al mar, los paganos aterrorizados, en medio de olas enormes, lluvia, viento, en medio de la tormenta quieren saber más de este hombre:

"Decláranos ahora porque nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra y de que pueblo eres?" (1:8)

Por primera vez oímos la voz de Jonás en el verso siguiente:

"Soy hebreo y temo a Jehová, Dios de los cielos que hizo el mar y la tierra"

Jonás dice temer al Dios Creador, al creador de los cielos y el mar que ahora estaban enardecidos aún mientras él hablaba; dijo ser un temeroso del autor de la tormenta.

Los marineros respondieron con un gran temor; caer en manos del Dios Vivo no es para menos. Sabían (v 9-10) que nadie puede huir de la presencia de Dios sin vivir las consecuencias. Mientras hablaban el mar se embravecía aún más.(v. 11)

Jonás sabe qué es lo único que puede detener la tormenta, "tomadme y echadme al mar" les dice, pero los hombres se detienen, no lo quieren lanzar; la tormenta sigue, los hombres continúan peleando contra la tormenta que Dios mismo ha levantado. Imposible dominar su barco enmedio de la tempestad; y así arrogan a Jonás ante la furia del mar, no sin antes clamar al Dios verdadero y sólo después de este suceso, se aquietan  las olas y el viento; "y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos" (v.16)


Otra vez en las palabras de Tchividjian,

"Esta tormenta nos enseña que Dios no escatima nada cuando va tras los suyos que están huyendo...
El ejemplo supremo de esta misericordia masiva es  Jesús. La encarnación de Jesús nos dice de la manera más enfática que Dios no escatima nada cuando se trata de alcanzar a los suyos. Dios hecho hombre no es nada parecido a una respuesta tranquila y sutil ante nuestro huir de Él. Es una declaración inmensa y altamente audible. Nos grita que Dios confronta la huida del hombre de la manera más agresiva y poderosa posible...
Jesús es realmente, "el gran viento" de Dios, "su gran tempestad", su respuesta a la huida rebelde del hombre. Jesús es la tormenta. Jesús es la intervención divina llena de gracia para aquellos que son esclavos de si mismos. Él viene con fuerza, con mucho ruido, no sutilmente, con un afecto agresivo para alcanzar a fugitivos como tú y yo"

¿Qué fue esta tormenta en la vida de Jonás? ¿Fue un castigo divino? El autor nos dice "No, no fue un castigo, fue una intervención divina"

Dios interviene en nuestra vida  muchas veces con tormentas para despertarnos, a sus hijos, del letargo espiritual en el que nos encontramos. "La tormenta fueron buenas noticias para Jonás", las tormentas que Dios trae a nuestra vida están para abrirnos los ojos, para que vivamos. Jesús es la tormenta de Dios.

"Solamente el evangelio de Dios puede salvarte. El evangelio  no hace a gente mala buena; el evangelio hace a gente muerta gente viva.
La gracia puede ser definida como aceptación incondicional otorgada a una persona no merecedora de ella por un dador sin ninguna obligación"

Jesús dijo que vino a salvar a pecadores no a justos; cuando veamos que somos pecadores huyendo de Dios, podremos entonces tener esperanza de vivir.

En medio de nuestras tormentas no es suficiente "echarle ganas", no es sabio huir, ninguna de estas opciones es bíblica. Nuestra respuesta en medio de las tormentas debe de ser clamar a Dios.

"Entonces clamaron a Jehová en su angustia ,
y los libró de sus aflicciones:
los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte,
y rompió sus prisiones."  Salmo 107: 13-14



Becky

Esta historia continuará... (puedes leer la parte tres aquí)


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Comentarios

  1. Gracias por Becky por esta history de Jonas Linda pero al mismo dura y real . La verdad de lo que Dios have en nuestras vidas muchas veces no entendemos el porque de Los problemas pero debemos saber que Dios hace cada cosa con un solo proposito
    Te quiero y me encanta cada escrito,consejo tuyo.
    Vero Maestre

    ResponderBorrar

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