Año 64

Crucifixión de Pedro. Caravaggio ca. 1601


Toda historia tiene un autor, un por qué, personajes, escenarios y la  historia de la humanidad tiene como autor al Creador del Universo, al Dios Supremo y Soberano. La Historia es suya; Él creó la línea de tiempo y el espacio en medio del cuál sucede todo. Él nos creó para vivir en ese tiempo y en ese espacio. Él ha escrito la historia.

A nuestra familia nos apasiona la historia, y vuelvo a insistir como lo hice en la introducción a esta serie, que como Cristianos deberíamos conocer la historia de la Iglesia, debería de apasionarnos conocerla. Si un ciudadano debe conocer la historia de su país, ¡cuánto más un Cristiano debería de conocer la historia de la iglesia! Tristemente nadie se ha detenido a enseñarla y a casi nadie le ha interesado estudiarla, pareciera que como por arte de magia y de un segundo a otro, sin ningún evento en medio pasamos de la época de los primeros Cristianos (los Apóstoles) hasta este día.

Dios fue preparando todo, un imperio tras otro, uno poderoso derrocado por uno más poderoso; guerras, luchas, hambrunas, un pueblo escogido, una promesa y luego la Pax Romana.  El tiempo perfecto para el nacimiento del Salvador, de Jesucristo.

El Señor ya había resucitado, la iglesia se extendía, avanzaba de un lugar a otro por los mismos caminos que los romanos habían construido; un mismo idioma, el griego, dentro de un gran imperio facilitaba la proclamación del Evangelio y la persecución ya comenzaba. Algunos de los primeros Cristianos murieron bajo la mano de algunos judíos que deseaban apagar  los "rumores" de un Cristo resucitado. Esteban y Santiago murieron como mártires en este periodo; Pablo, inclusive, fue en una ocasión arrastrado en la ciudad de Corinto por una multitud de judíos y llevado ante el gobernador Gayo.

Esteban es Apedreado, por Bartholomeus Breenbergh, ca. 1632



Así fue, pues, que llegó el año 64 después de Cristo.

Roma era el centro del imperio, y ahí en esa gran ciudad en pleno apogeo había al menos una iglesia, a la cuál Pablo escribe y desea visitar.  Lamentablemente, Pablo llega a esa ciudad en cadenas. En el libro de los Hechos (28:30) leemos que Pablo fue puesto en arresto domiciliario.

Al principio, los romanos no tenían problema con la religión de los Cristianos. Roma era una ciudad cosmopolita, en la que muchos tenían diferentes religiones e inclusive diferentes centros religiosos; pero cerca del año 64, los judíos ya habían logrado hacer suficiente "ruido" en contra de los Cristianos.

¿Pero cuál fue entonces la razón por la cuál los romanos se voltearon en contra de los Cristianos?

Los romanos eran tolerantes ante otras religiones y otros dioses, sin embargo, los Cristianos NO eran tolerantes con las otras religiones ni hacia los otros dioses. Los Cristianos no querían compartir honores con otros dioses, e inclusive se atrevieron a retar y a condenar el politeísmo que existía dentro del imperio.

Fue un día de verano, Julio 19 del año 64, en el que un gran fuego irrumpió en la zona que estaba cerca del Circo Máximo. Un fuego que duró una semana y arrasó con una gran parte de la ciudad. La leyenda dice que Nerón, tocaba el violín mientras la ciudad ardía. Los rumores corrían, se creía que el mismo Nerón había sido el responsable de tal tragedia. Para que la culpa no cayera sobre él, Nerón escogió a los Cristianos y los declaró culpables. La persecución empezó.

La primera gran persecución duró desde este año hasta aproximadamente el año 68, año en que Nerón muere. Fue terrible, los Cristianos fueron aserrados y quemados vivos. Sus cuerpos encendidos alumbraban los caminos. Pieles de animales muertos eran atadas a sus cuerpos y luego eran lanzados a fieras hambrientas en la arena.

Nero's Torches (Leading Light of Christianity). by Henryk Siemiradzki 1876

Fue durante esta gran persecución que los apóstoles Pedro y Pablo murieron. La tradición dice que  Pedro fue crucificado boca abajo y Pablo decapitado.


San Pablo en Prisión, por Rembrandt van Rijn ca. 1627



Esta persecución se concentró principalmente en Roma y no alcanzó a extenderse por todo el Imperio. Después de la muerte de Nerón, se avivaba, bajo la mano de algún  emperador otra gran persecución en Roma o en alguna otra parte del imperio y luego se apaciguaba bajo la mano de otro; y fue así como transcurrieron dos siglos y medio.

Tertuliano, un creyente y escritor del segundo siglo dijo esta frase:

"La sangre de los mártires es la semilla de la iglesia"

¡Qué gran razón tenía Tertuliano, ya que con cada persecución, el Cristianismo, en vez de apagarse se extendía con mayor ímpetu!

Pedro escribió bajo la inspiración divina lo siguiente:

"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 

A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén."

1 Pedro 5: 8-11





La siguiente publicación de esta serie es: Año 70 D.C La Destrucción del Templo de Jerusalén

Fuentes de estudio:

The 100 Most Important Events in Christian History.
The Church in  History.
Church History in Plain Language.


Recursos en español para estudiar:

Tres libros muy buenos en español aquí.
Una Breve Sinópsis de la Historia Pública de la Iglesia
Historia de la Iglesia Antigua.

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