El Misterio - por Rebecca Stark
Gracias a Rebecca que me permitió traducir esta pieza que escribió en su blog, para compartirla con ustedes.
En el tiempo esperado, Dios envió a su Hijo, y El Verbo que es desde el principio vino a nuestra historia. El Verbo que estaba con Dios se hizo Dios con nosotros. Éste es un misterio de nuestra fe: Dios que es Espíritu eterno se hizo Dios en carne mortal.
De acuerdo al plan de Dios, como la parte central de la historia, Dios el Hijo se vació a si mismo. El que creó tronos y dominios, reyes y autoridades, y quien los sostiene con su palabra de autoridad, se vació a si mismo tomando forma de siervo. Dios-con-Dios y Dios-igual-a-Dios se hizo nada a través de añadir en vez de sustraer. Éste es un misterio de nuestra fe: El Creador se hizo a semejanza de sus criaturas.
Por nuestra salvación, el Omnipotente se volvió débil y el que tiene vida en sí mismo se sometió a la muerte. Para hacernos ricos, el heredero de todas las cosas se volvió pobre. Para destruir al que tiene el poder de la muerte, el brillo de la gloria del Padre se cubrió con el velo de la humanidad para poder morir.
Y en la misteriosa sabiduría de Dios es donde Él, el Hijo, con cubrir su gloria con un velo, nos muestra la gloria de Dios. "Nadie," dijo Dios a Moisés, "puede verme y vivir," pero en el Hijo, la imagen del Dios invisible, podemos ver al que nunca ha sido visto. En Jesús, el que vino a nosotros de parte del Padre para mostrarnos la gloria de Dios, podemos ver "toda la bondad de Dios pasar frente a nosotros"(1) Éste es un misterio de nuestra fe: Vemos la gloria de Dios en la cara de Jesucristo.
En el misterio de la voluntad de Dios, por nosotros el Hijo exaltado escogió hacerse nada y nacer como uno de nosotros. El que hizo todas las cosas y para quien fueron hechas todas las cosas vino a morir para librarnos del temor de morir. Éste es un misterio de nuestra fe: El Señor de todo nació como el hijo pequeño de María, trayéndonos salvación.
(1) Estoy en deuda con D. A. Carson en "El Dios Que Está Ahí" por relacionar el regreso de Jesús con Éxodo 33 y la bondad de Dios pasando enfrente de Moisés.
El texto es propiedad de ©Rebecca Stark; para cualquier uso del mismo favor de contactar a la autora aquí.
En el tiempo esperado, Dios envió a su Hijo, y El Verbo que es desde el principio vino a nuestra historia. El Verbo que estaba con Dios se hizo Dios con nosotros. Éste es un misterio de nuestra fe: Dios que es Espíritu eterno se hizo Dios en carne mortal.
De acuerdo al plan de Dios, como la parte central de la historia, Dios el Hijo se vació a si mismo. El que creó tronos y dominios, reyes y autoridades, y quien los sostiene con su palabra de autoridad, se vació a si mismo tomando forma de siervo. Dios-con-Dios y Dios-igual-a-Dios se hizo nada a través de añadir en vez de sustraer. Éste es un misterio de nuestra fe: El Creador se hizo a semejanza de sus criaturas.
Por nuestra salvación, el Omnipotente se volvió débil y el que tiene vida en sí mismo se sometió a la muerte. Para hacernos ricos, el heredero de todas las cosas se volvió pobre. Para destruir al que tiene el poder de la muerte, el brillo de la gloria del Padre se cubrió con el velo de la humanidad para poder morir.
Y en la misteriosa sabiduría de Dios es donde Él, el Hijo, con cubrir su gloria con un velo, nos muestra la gloria de Dios. "Nadie," dijo Dios a Moisés, "puede verme y vivir," pero en el Hijo, la imagen del Dios invisible, podemos ver al que nunca ha sido visto. En Jesús, el que vino a nosotros de parte del Padre para mostrarnos la gloria de Dios, podemos ver "toda la bondad de Dios pasar frente a nosotros"(1) Éste es un misterio de nuestra fe: Vemos la gloria de Dios en la cara de Jesucristo.
En el misterio de la voluntad de Dios, por nosotros el Hijo exaltado escogió hacerse nada y nacer como uno de nosotros. El que hizo todas las cosas y para quien fueron hechas todas las cosas vino a morir para librarnos del temor de morir. Éste es un misterio de nuestra fe: El Señor de todo nació como el hijo pequeño de María, trayéndonos salvación.
(1) Estoy en deuda con D. A. Carson en "El Dios Que Está Ahí" por relacionar el regreso de Jesús con Éxodo 33 y la bondad de Dios pasando enfrente de Moisés.
Rebecca
El texto es propiedad de ©Rebecca Stark; para cualquier uso del mismo favor de contactar a la autora aquí.
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