Celebrando la Encarnación del Señor -¿Qué es la Navidad?



Las luces están brillando en nuestro árbol, también en las plazas y las calles, todo parece iluminarse estos días. A mucha gente le encanta esta época del año porque se promete "paz y buena voluntad" a todos los hombres; pero realmente, ¿es ésto la Navidad?

Este es un tiempo en el año en el que los creyentes nos podemos detener para meditar en la encarnación del Señor. Es una celebración que los que no son creyentes no deberían de considerar; y si la consideran es porque no han entendido lo que hay detrás de ella. Para los que no se han arrepentido, para aquellos que no se han sujetado al señorío de Cristo, el  nacimiento de Cristo no trae sino condenación a sus vidas; en lugar de gozo, traerá lagrimas; y en lugar de paz, seguirá habiendo enemistad entre el hombre y Dios.

Solamente podemos celebrar con gozo esta época del año si hemos sido salvados por la Gracia de Dios a través de la venida, de la muerte y de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Si tú no te has arrepentido de tus pecados, de haber vivido una vida vana y centrada en ti; te encarezco a que te arrepientas. Así como Juan el Bautista preparó el camino del Señor predicando el arrepentimiento; así el Espíritu Santo te urge a arrepentirte, antes de que el Señor venga a tu vida. Si oyes hoy su voz no endurezcas tú corazón.

El corazón de la Navidad no es celebrar "el cumpleaños de Jesús"; es en realidad celebrar la Encarnación del Señor. La segunda persona de la Trinidad tomó forma de hombre para hacer lo imposible: Perseguir pecadores; rescatar a sus enemigos; adoptar a aquéllos cuyos nombres han estado escritos en el Libro de la Vida desde antes de la fundación del mundo y aún no lo saben. Él vino a dar su vida por fugitivos como yo, por viles esclavos del pecado, hijos del diablo. Ésto es lo que significa la Navidad; no es solamente la historia de un bebé en el pesebre, va más allá de eso; es acerca de el Hijo del Hombre viviendo una vida perfecta, sin pecado para luego morir en la cruz llevando la culpa de los pecados de los suyos; cargando sobre sí mismo la ira de Dios. Es acerca de Jesús, envuelto no en pañales, sino en lienzos con especies aromáticas dentro de una tumba por tres días, para luego resucitar porque la muerte no pudo detenerlo. Es acerca de la Vida venciendo a la muerte; es acerca de la Luz penetrando la oscuridad; es acerca de la paz entre Dios el Padre y aquéllos que fueron sus enemigos y no lo amaban. Es acerca del perdón de nuestros pecados, y de la gloriosa esperanza de que algún día lo veremos cara a cara.

Esto es lo que la Encarnación significa, Dios rompiendo  la línea de tiempo en la que vivimos, penetrando en el tiempo y en el espacio que Él creó.

Por siglos el pueblo de Dios había oído las promesas de la venida del Mesías; ellos habían vivido en la sombra de lo que había de venir por todos esos años. Ahora, en Hebreos 1 leemos que Jesús vino a ser el cumplimiento de esas promesas, Él vino a ser la voz de Dios para nosotros; lo vemos y "leemos el comentario Divino hecho por Dios mismo acerca de la doctrina de la Encarnación" (John MacArthur)



"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;  el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos". Hebreos 1:1-4

Esta es la razón por la cuál prendemos miles de luces, queremos celebrar que ahoravivimos en luz y no en tinieblas; que ya no vivimos en las sombras; Jesucristo ha venido; Él ha venido para ser la Luz del mundo, para hablarnos, para mostrarnos y llevarnos al Padre de las Luces.

¡Él es el Camino, la Verdad y la Vida!

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. Santiago 1:17

Podemos celebrar esta Navidad solamente si entendemos, por la gracia de Dios, lo que significa la encarnación del Señor y solamente si tenemos ojos para ver que Jesús es el Hijo de Dios, el único camino al Padre.

Señor, abre mis ojos para que pueda ver mi pecado; dáme hoy el don del arrepentimiento; abre mis ojos para que te pueda ver a TI y tu gracia maravillosa alcanzándonos en este Adviento.


Becky




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Santiago 1: 12 La Recompensa de la Perseverancia

Santiago 1: 1-11- Mis Reflexiones -

Proverbios 16:1-3