Salvación, ¿De qué?

Otra palabra digna de revisar en la sección Teología en la Cocina,  es "Salvación".

Decimos que somos salvos, que Jesús nos salvó, que debemos orar para que los perdidos sean salvos, y ¿realmente sabemos lo que eso significa? Quizá nos acordamos que Jesús significa literalmente "salvador", pero, ¿por qué necesitamos un salvador?

Era una vez...y de verdad sucedió (así le digo a mi hija de seis años), que el hombre y la mujer pecaron y el pecado entró al mundo por ellos y al entrar el pecado entró la muerte. Y nosotros heredamos esa terrible condición de pecado, estamos, todos, sin excepción sentenciados a una muerte eterna, separados de Dios. Esto de verdad es terrible, es un estado de desesperación y de esclavitud al pecado.

Hoy, tristemente, parece que los predicadores han optado por predicar que el hombre no necesita ser salvo de su condición de pecado, sino de una vida mediocre. Se predica a un Jesús que te puede salvar de las deudas, de la enfermedad, de "una vida sin propósito", de una vida sin prosperidad y ya; pero la Biblia claramente enseña algo distinto.  

El verdadero peligro del cuál no podemos escapar por nuestras propias fuerzas, es el peligro del fuego eterno. Solamente la gracia salvadora de Dios nos puede rescatar. Solamente Él nos puede dar el  arrepentimiento necesario para entrar en una relación de amor con Él.

Tito 3: 3-7


³ Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
    ⁴ Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
    ⁵ nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
    ⁶ el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
    ⁷ para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
   

El Evangelio, es buenas nuevas, sí, eso lo sabemos, pero las buenas noticias vienen después de las malas noticias:

Hemos quebrantado las leyes de Dios, no somos buenos, no hay nadie bueno, no hay ni siquiera uno.

Romanos 3: 11-12 dice:

 ¹¹ No hay quien entienda,
    No hay quien busque a Dios.
   
 ¹² Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
    No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Las pruebas, las aflicciones presentes, en nada son comparables con una eternidad lejos de Dios. Solamente la gracia de Dios nos puede rescatar de las consecuencias de nuestro pecado.

Efesios 2 dice:


¹ Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
    ² en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
    ³ entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
    ⁴ Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
    ⁵ aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
    ⁶ y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
    ⁷ para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
    ⁸ Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
    ⁹ no por obras, para que nadie se gloríe.
    ¹⁰ Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

El Nuevo Diccionario Bíblico Certeza dice,

"La salvación tiene relación con la liberación del pecado y sus consecuencias y, por consiguiente, de la conciencia de culpa (Romanos 5:1; Hebreos 10: 22) de la ley y su maldición (Gálatas 3:13; Col 2:14); de la muerte (1 Pedro 1: 3-5); del juicio (Romanos 5:9; Hebreos 9:28); también del temor (2 Tim 1:7) y la esclavitud (Tito 2: 11-3: 6).
La salvación no incluye necesariamente la prosperidad material ni el éxito mundano (Hechos 3:6; 2 Cor 6:10), como tampoco promete salud física ni bienestar ...la salvación no inmuniza contra penurias y peligros físicos (1 Cor 4:9- 13; 2 Cor 11: 23-28)..."

Otros sermones que vale la pena estudiar:
El Camino de la Salvación por Arthur Pink
La Salvación Bíblica Y La Proclamación Del Evangelio por J.I. Packer
Nacidos De Nuevo Por Medio De La Palabra Que Vive Y Permanece
Proclamando Las Excelencias De Cristo y No La Prosperidad Entre las Naciones