Escuela en Casa -Lo Que No Es-

Cuando pensamos en Escuela en Casa, es importante tener en cuenta lo que no es, lo que no nos va a dar.

La Escuela en Casa no es el Evangeio.

Lo único que puede salvarnos es el Evangelio de Cristo; el arrepentimiento por nuestros pecados y la obra de Cristo imputada a nosotros porque así le plació a Dios.

"Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en nuestros en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)" Efesios 2: 4

En ninguna parte de las Escrituras encontramos ningún otro medio de salvación que no sea Jesucristo. La Escuela en Casa, por lo tanto no es el medio diseñado por Dios para traer salvación a nuestros hijos.

La Escuela en Casa tampoco es el medio por el que la Santificación se lleva a cabo en nuestros hijos.  Recordemos lo que la Biblia dice acerca de la Santificación,  (por cierto, un término olvidado en el Cristianismo que hoy vende Prosperidad y Salud a cambio de confesiones de fe y promesas de dinero)  que Dios quiere que sus hijos seamos santos como Él es Santo (I Pedro 1:16), esto es imposible si antes no nos fue dado por el Espíritu Santo el don de la salvación; después viene este proceso en el cuál debemos de hacer morir, por el Espíritu las obras de la carne. (Romanos 8:12- 17) 

Nosotros no hacemos Escuela en Casa para que  nuestros hijos sean salvos y santos, sería imposible. El pecado y la necedad no están "afuera",  lo que nos contamina no es lo que entra sino que lo que sale de nuestro corazón, el pecado que está ahí, en la misma naturaleza que heredamos de Adán. 

Entonces, ¿por qué creemos que es tan importante que las familias de creyentes eduquen en casa? Porque Dios demanda de los padres Cristianos que eduquen a sus hijos en los caminos del Señor, que inculquen en ellos las Escrituras, las cuales los pueden hacer sabios para la salvación. 

 Efesios 6: 4 dice:

"Y vosotos padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina y amonestación del Señor"

Podemos leer la exhortación que Pablo hace a Timoteo,

"Pero persiste tú en lo que has aprendido y te pesuadiste, sabiendo de quién has aprendido que desde la niñez has  sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús" 2 Tim. 3: 14-16

Educamos en casa, porque ¿cómo podríamos enviar a nuestros hijos a ser enseñados sobre la vida por personas no creyentes? No existe la educación laíca. Toda la educación tiene impresa en ella las creencias del que la imparte. Cuando mandamos a nuestros hijos a una escuela no Cristiana (y creo que hay que  tener cuidado con las que se dicen cristianas, porque a veces resultan en mayor confusión que en bendición, pues el título de "cristianas" lo mantienen salpicando versículos en el currículo y una oración matutina).

Charles Spurgeon, el gran predicador de los 1800 cuenta de su mamá:

"No puedo decir cuánto debo a las palabras de mi buena madre... recuerdo que en una ocasión ella oró de esta manera frente a nosotros, 'Señor, si mis hijos se van en sus pecados, no será por ignorancia que perezcan, y mi alma será testigo y traerá pronto testimonio en contra de ellos en el día del juicio si ellos no caminan asidos de la Cristo' Esa oración de mi madre, el pensar que estaría dispuesta a traer testimonio en contra mío en el día del juicio traspasó mi conciencia...¿Cómo podré olvidar cuando ella se arrodilló, y con sus brazos alrededor de mi cuello, oró, 'Oh, Señor, que mi hijo viva delante de ti'" (1)

¿Puedes decir delante del Señor, que has enseñado fielmente, todos los días, cada día la Palabra de Dios a tus hijos como para que el día que estén delante de Él no tengan excusa?




(1) Spurgeon, A New Biography by Arnold Dallimore


Otros recursos que vale la pena estudiar:

La Mortificación del Pecado por el puritano John Owen (1616- 1683)  (este es un pequeño libro listo para descargar)
La Santificación por J.C Ryle