Murió y Resucitó


Lucas Cranach the Elder (1503)
 Toda nuestra vida, hemos sido enseñados  acerca de la importancia de la resurrección de Cristo. Lo que celebramos estos días, es la resurrección, ¡Jesucristo vive! no esta muerto. Una canción que cantábamos de jóvenes en esta época era:

"¡Resucitó!, no está en una cruz clavado, ni en una tumba sepultado, Él ha vencido la muerte, Jesucristo vive hoy!...". 

Y es verdad, Jesucristo vive hoy, Jesus está vivo, no se quedo clavado,... pero para resucitar, primero debió haber muerto.. y muchos no le dan la importancia que merece su muerte. Muchos se quieren saltar este paso y llegar a la resurrección. Pero, ¿por qué nos saltamos el propósito por el que vino Jesús a morir?... porque no nos acordamos de Su muerte y no recordamos su precioso sacrificio, lo que costó, lo que pagó, lo que significa y a lo que nos llama ese sacrificio.

¿Por qué no pensamos en la cruz este tiempo y meditamos en esto que es realmente por lo que Jesús vino...... A MORIR!. Vino a esta tierra a pagar con Su sangre el precio de nuestro perdón. Vino a comprar con su sangre la salvación de muchos. Y con Su sangre, pagó el precio perfecto y completo para lo que fue enviado por Dios.  

¡Resucitó... pero primero murió! Murió por los suyos.

Todas las confesiones de pecado son inútiles si Jesús no pago por esos pecados. Murió, porque MIS pecados eran abominables para Dios, era necesario que Jesús viniera y fuera, no a un lugar santísimo hecho por manos de hombres, pero al Lugar Santísimo en el cielo, entró con Su propia sangre, no con la sangre que no era suya (la de un animal), a ofrecerla como sacrificio para perdón de pecados. Y Él, siendo el Sumo Sacerdote, no tuvo que hacer sacrificios por sus propios pecados y después por los nuestros, sino SÓLO por los de los suyos. (Heb. 9: 23-28).

Jesús está sentado a la diestra de Dios, porque ese sacrificio fue aceptable ante Dios. Porque Dios lo aceptó, por eso somos salvos.

En esa cruz, mis pecados fueron clavados. En esa cruz, donde debí haber estado YO, Jesús fue colgado. El debió haber sido exaltado, glorificado, adorado, ... sin embargo, fue crucificado. Y al morir y al parecer que fue vencido...allí, el tomó la paga del pecado, que es muerte.. y por eso resucitó, y podemos creer en Su promesa, de que nosotros seremos resucitados un día y viviremos con Él para siempre. Porque Él resucitó, podemos creer en esa resurrección de los muertos (cuando estábamos muertos en nuestros pecados, Él nos dió vida). Pero por SU muerte, es que YO vivo. ¡No depende del que quiere, sino del que Dios tiene misericordia!

Y si en estos días pensamos en Su muerte y resurrección, no nos olvidemos de tomarnos el tiempo para ver nuestros corazones y entender la gracia que nos fue dada en este sacrificio... y no nos saltemos a su resurrección sin antes pasar por Su muerte... y Su vida (esa oveja perfecta y sin mancha).... estudiar el antiguo testamento, nos da una idea mucho mas clara de lo que esto implica.

Cargar nuestra cruz y seguirle. Morir a nuestros deseos y seguirle, sufrir por el evangelio y seguirle..... y desear ese día cuando estemos con Él para siempre!

Norma

Comentarios

  1. Que gran bendición tenerlas a ambas en este espacio.Muy buena idea!
    Gracias Ali por recordarnos esto ya que sin cruz ,sin muerte, no habría resurrección y no habría esperanza para nosotros.
    Las quiero mucho
    faby.

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