Pecados Respetables. Capítulo Ocho

Pecados Respetables
Jerry Bridges


Capítulo Ocho
Ansiedad y Frustración

El autor comienza con una frase que no podría ser más real: "La vida es, generalmente difícil y muchas veces dolorosa..."

Lo opuesto de confiar en Dios es la ansiedad... esto es verdaderamente increíble, pero más increíble es ver que el Señor sabe nuestra condición y nos da la salida. Jesús nos dijo:
"No temas..." (Mateo 10:31) ; Pablo también nos anima, a los creyentes, a no estar ansiosos.

Filipenses 4:6 dice:

"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias."

Y Pedro, lo vuelve a retomar, en su primer carta, capítulo cinco, versículo siete:

"...echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros."

Estas citas bíblicas no están para darnos ánimos, son un mandamiento de Dios para nuestra vida. Y a causa de nuestra naturaleza de pecado, solamente podemos vivir esto cuando el Espíritu Santo nos ayuda.

¿Por qué es la ansiedad un pecado? Porque la ansiedad es decirle no a Dios: No creo en ti, en tus promesas, en tu poder en medio de esta circunstancia.

¿Cuántas veces he pecado así?

Si tan solo confiara en que  Dios está en el trono, reinando soberanamente y que nada se escapa de su perfecta voluntad, mi actitud ante las adversidades sería otra.

Y si me conoces, sabes que en las circunstancias que no puedo "manejar", cuando algo no sale como yo espero, me frustro..y sí, me excuso diciendo que así es mi temperamento. ¿Quién fue, por cierto el psicologo "cristiano" que inventó lo de los temperamentos, y todos le creímos? Me acuerdo cuando aprendí acerca de eso hace muchos años....me fascinó...me daba un gran pretexto para excusar todos mis arranques emocionales y aun los de aquellos a mi alrededor. En la Biblia no se menciona nunca, jamás en la Biblia vemos que Dios excusa la actitud de alguien a causa de su " tipo de temperamento"; ¡ni siquiera nadie trata de usar eso como excusa!

Mi oración es que el Señor me ayude a no tolerar ese pecado en mi vida. A mi esposo y a mis hijos también les he pedido que cuando vean que reacciono con ansiedad o frustración me lo hagan notar...a veces soy muy ciega a mi propia condición.

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